Diario de Valencia | 21.12.1980 Un análisis de la sociedad valenciana
JOAN ALVAREZ En este libro se trata de estudiar una serie de aspectos de la sociedad rural mediterránea. Desde el inicio del mismo, Joan F.
Mira, director del Institut Valencià de Sociologia
i Antropologia Social, aclara
que en antropología cuando se trata
de estudiar, a escala de comunidad local o de región entera, una sociedad que cada vez es menos campesina el enfoque tiene que ser siempre el de «una evolución global y acelerada de la
misma». Vivir
y hacer historia contiene un conjunto de trabajos sobre temas
diversos cuyo denominador común es la
continuidad, adaptación y cambio-en la sociedad rural. El más antiguo
está fechado en 1973 y dos de ellos se
publican ahora por vez primera. La
aproximación a las estrategias
matrimoniales de conservación y crecimiento
patrimonial, las fiestas de toros embolados, la aldea medieval, la
distribución de la propiedad y las formas de
explotación agraria o la continuidad de la cultura popular griega,
lleva detrás la intención de que para comprender las «historias vivas» y de ahora
hay que acudir una y otra vez a los
cimientos. En
línea con esta «vuelta a los cimientos», y dejando al margen la significación profesional o académica de este estudio, hay un motivo de la opinión y de las conversaciones públicas valencianas que lleva directamente a hacer
interesante esta novedad editorial de Joan F. Mira, que anteriormente había publicado Un estudi d’antropologia social al País Valenciá (1974) y Els valencians i la terra. Es la idea de que la sociedad valenciana sigue siendo, en sus rasgos principales, campesina,
tradicional, aunque haya dejado de ser rural. La importancia y presencia de la idea rueda muchos campos
pero la mejor muestra la tenemos en
los estudios sobre la industrialización que siguen levantando polémicas y retoman continuamente el punto de si el fracaso de la revolución industrial
clásica no nos ha dejado una carencia crónica, incurable y fundamental. Dentro del
conjunto de las ciencias sociales, la
antropología es quizás la que con
mayor vigor puede aportar respuestas
sensatas. Entre otras razones porque
se acerca a las comunidades rurales
sin pedirles un comportamiento determinado, desde una óptica positiva y sin considerar su realidad
como una mala pervivencia del pasado. Vivir
y hacer historia es
un resultado logrado en este campo
y ayuda a comprender la sociedad rural
mediterránea dentro de la cual el País
Valenciano es o ha sido exponente principal. |
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